Son muchas las
situaciones que vivimos a diario. Muchas de ellas son gratas y otras tantas nos
invitan a descubrir nuestra fortaleza, habilidades y sobre todo, a tener mayor
consciencia sobre nosotros mismos.
Es poco comprensible pensarlo
como una invitación cuando uno pasa por un mal momento, pérdidas, enfermedades
y otro tipo de situaciones adversas que impactan nuestras vidas.
Es complicado entender
que pueda ser positivo, pues nos alberga la desesperanza o buscamos culpables,
siendo reacciones naturales sentir ira, angustia, ansiedad o tristeza.
Otra cosa que nos puede
suceder es que nos neguemos a enfrentar lo que nos está pasando, lidiar con
todos esos sentimientos y actos que llevan a enredar aún más nuestras
emociones, sentimientos, decisiones, y al final puede generar la sensación de
estar solos, ser incomprendidos y buscar huir de todo eso.
¿Cómo notar que es
momento de tomar valor para salir de este enredo?. Cuando notas la sensación de
vacío, dejas de hacer lo que te parecía placentero y la sensación de tristeza
se prolonga por más de seis meses, es momento de armarte de valor para iniciar
el camino hacia el cambio. Buscar ayuda siempre es una de las mejores
decisiones, sobre todo si esta ayuda es de un profesional.
Aquellos que se
encuentran en este viaje saben que uno necesita ser muy valiente para enfrentarse
con uno mismo, sanar heridas y hallar la iniciación hacia el poder y propósito
de vida. Es un camino donde uno mismo avanza. Es un trabajo constante y
requiere de mucho esfuerzo. Si realizas auto sabotaje o te equivocas al
comienzo te costará y podrás sentirte culpable, luego descubrirás que el cambio
te da perspectiva, que es una práctica y que continuarás aprendiendo de ti y de
cómo manejar tus decisiones.
Cuando pides ayuda, las
personas que realmente te quieren ver bien se preocuparán brindándote múltiples
consejos, te ofrecerán apoyo y afianzarás lazos que te harán sentir
protegido/a. Si además buscas ayuda profesional cuentas con una persona que te acompañará
a reflexionar, se convertirá en tu reflejo y te ayudará a procesar de mejor
manera aquellas trabas que no te permiten avanzar.
El cambio trae un nuevo
contexto y nuevas oportunidades. En este renovado entorno no siempre tendrás las
respuestas: las irás descubriendo. Eso te hace crecer personalmente.
Cuando estás en proceso
de cambio tu cerebro se encuentra mucho más alerta dando la apariencia de que todo
avanza más lento o que el tiempo se ha detenido hasta que vuelvas a hacer una
rutina.
Te sentirás mejor y
lograrás ver los resultados de tu esfuerzo. ¿Te imaginas siendo la persona que
siempre soñaste? En este camino de valentía puedes serlo. Sólo basta decidirlo,
tomar acción y buscar una red de amigos que te apoyen a permanecer en este
proyecto.
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