CUANDO SE ASOMA LA TRISTEZA

A veces pienso que muchas personas, así como yo, viven deprimidas. No sé cómo entender esto y, justamente, eso es lo que me hace suponer que vivo deprimido. No siento nada. No me puedo sentir. No puedo expresar lo que siento porque no organizo lo que pienso y quiero expresar. Antes sí. Antes tuve vida, tuve fuerza. 

En realidad siento que está ahí, siento que está tapada, influenciada por mi sentimiento de frustración, por mi pesar, por la tristeza que alberga mi vida, por las consecuencias de mis actos, mis pensamientos negativos, destructivos y catastróficos; mi falta de fe y esperanza, mi visión floja y temerosa del mundo, mi sentimiento de inferioridad, de vulnerabilidad, mi aspecto físico y mis pocas ganas de luchar. 

¿MUJERES Y DROGAS? MUY MALA COMBINACIÓN


Lucy de 16 años afirma que consumir drogas la hace sentir y verse atractiva ante los chicos, que tiene éxito en su grupo de amistades. “Los chicos me buscan más, me invitan a salir, me hice más conocida, cuando consumo me siento más a gusto con ellos”, dice.

Lucy desconoce que el consumo de drogas, contrario a lo que ella busca (verse atractiva), produce deterioro en su aspecto físico. Por ejemplo, disminuye el colágeno y elastina en la piel, lo que hace que aparezcan arrugas prematuras, que la piel se torne flácida, que aparezcan manchas y posibles infecciones como el acné, que el cabello se vuelva frágil y con tendencia a caer, que se debilitan los dientes y uñas y se tornen amarillentos, que haya mal aliento, en el caso del alcohol que haya sobrepeso, entre otros.