Marihuana: sexo, pudor y lágrimas

La Marihuana y el Sexo
La marihuana es la droga ilegal más consumida en todo el mundo y no deja de hacer noticia cada vez que se habla de ella; la aparición en el medio de varios productos hechos a base de esta sustancia causa mucha controversia entre el público usuario y no usuario. Sin embargo un tema que circula con bastante frecuencia entre los adolescentes y jóvenes es la relación positiva o negativa que podría tener la marihuana en su desempeño sexual. ¿Pone o no pone?

Varias líneas de investigación interesantes sugieren que los cannabinoides desempeñan un papel importante en el funcionamiento de las hormonas sexuales y el esperma, lo que ha generado cada vez mayor inquietud por las consecuencias que pueda tener la marihuana en la fertilidad.

Marian Pitts y su equipo de la Universidad de La Trobe en Melbourne, Australia analizaron 2005 llamadas de los 8.650 hogares australianos encuestados telefónicamente, las edades fluctuaban entre 16 a 64 años y encontraron que 754 (8,7%) reportaron haber consumido cannabis el año anterior a la encuesta, 126 (1,5%) refirieron un uso diario, 126 (1,5%) un uso semanal (veces por semana), y 502 (5,8%) la consumían una vez por semana. Asimismo, a los usuarios de cannabis se les asoció con una mayor probabilidad de tener dos o más parejas sexuales, tanto en hombres como en mujeres, en comparación con los no usuarios. También se halló que los hombres que fuman marihuana a diario son cuatro veces más propensos a tener problemas para alcanzar el orgasmo que los hombres que no fuman esta sustancia.

Otros fumadores de marihuana experimentaban la eyaculación precoz en casi tres veces la tasa de los no fumadores.

Por otro lado, un estudio dirigido por Marie-Eloi Stiven en el 2007 en Weill Medical College de Cornell University en Nueva York encontró que los consumidores de marihuana eran mucho más propensos que otros a tomar sildenafil (Viagra) recreativamente. Este uso se da probablemente para contrarrestar los efectos disminuidos en la libido generados por la marihuana.

Finalmente, estudios realizados con primates demuestran que el THC puede alterar las hormonas sexuales. Administrada en dosis altas, esta sustancia puede inhibir las hormonas que intervienen en la menstruación, como la hormona foliculoestimulante, la hormona luteinizante y la progesterona. Para que se den estos efectos se requiere una dosis inyectada de 2,5 mg de THC por kilo de peso corporal, una dosis comparable a la de una mujer de 59 kg que fuma 7 cigarrillos de marihuana al día. Los monos que recibieron esta dosis durante 18 días consecutivos no ovularon; sin embargo, tras administrárseles durante 1 año, desarrollaron tolerancia y volvieron a ovular. Por lo tanto, la marihuana consumida en dosis altas puede interrumpir la producción de hormonas sexuales femeninas, pero esta se reanuda y vuelve a funcionar normalmente con el paso del tiempo.

Las investigaciones realizadas tanto en animales como en humanos también revelan que el THC puede interferir en la producción del esperma. La administración de 5mg de THC por kilo de peso corporal (18 cigarrillos de marihuana al día para un hombre de 73 kilos) aumentaba al doble el esperma anómalo que suelen tener los ratones. En las investigaciones realizadas en humanos, se observó que en hombres que habían fumado una media de 8 cigarrillos de marihuana al día durante 1 mes se había producido una disminución significativa del número de espermatozoides y de su motilidad. Sin embargo, el número y el funcionamiento de los espermatozoides no llegaban a ser anómalos y, una vez finalizado el estudio, volvieron a los parámetros normales.

Fuente: www.newscientist.com/article/dn17671
Earley, M. (2005). Entender la Marihuana. Reconsiderando la evidencia científica. Barcelona: Masson

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