LA PLAYA


El fuerte calor del sol me despierta, quiero abrir mis ojos y el brillo solar me ciega por un largo momento, intento darme sombra con la mano y siento un gran dolor en el brazo, ¡me duele todo!. Mientras intento protegerme del sol y siento que mi cuerpo no puede más, me pregunto: ¿Qué me pasó? ¿Dónde estoy?, ¿Cómo llegue aquí?
En medio del dolor trato de recordar qué pasó anoche y solo vienen a mi mente fragmentos de imágenes fantasmales, con mucho movimiento y luces. También escucho gritos, risas, palabras que retumban en mi cabeza, voces incoherentes y mis propias risas y gritos que resuenan sin parar.
Ya es hora de levantarme, me siento sobre la arena y me doy cuenta que estoy solo, mis amigos se han ido, bueno mis disque “amigos” me han abandonado; el ardor en mi piel me recuerda
que ya amaneció hace mucho y no sé qué hacer. Es hora de ponerme de pie, pero... ¿Para qué?, ¿para continuar en lo mismo?, volver a caminar buscando al que me indique que estoy vivo, algo que me anime y luego de ello, me mate cada vez más, como hoy que estoy tirado en la arena sin fuerzas para levantarme. Cada fin de semana, cada juerga, buscando en que ocupar mi tiempo, en no estar solo, estar en medio de la fiesta, con mucho trago, muchos puchos, lo que sea para desconectarme de este mundo, que me saque de esto, que me lleve a algún lado, diferente…
Ya estoy de pie, caminando; ¿Ahora a dónde voy?, ¿A quién busco?, caminar por la arena, sentir cada paso tan pesado, más pesado que el anterior, ¿Así es la vida?, ¿Así será cada paso en mi vida?, ¿Por qué es tan difícil avanzar?, avanzar, avanzar… todo era tan fácil en el colegio, ahora que ya acabó, ¿A dónde voy?, ¿Qué viene mañana?... continuará la juerga, me dejo llevar.
¿Y qué hago con esto que me molesta ahora?, esta incomodidad. Ahora todo está vacío, no hay nada, y esa nada es tan grande como el mar… Será que esto me sucede después de cada juerga, después de solo dejarme llevar, ¿Cómo no me di cuenta antes?, como no me di cuenta que debe haber algo más, algo que debo buscar, y al parecer este no es el camino.
A lo lejos veo la carretera, voy caminando hacia ella, cansado, adolorido, con calor; con muchas preguntas y dudas en mi cabeza, pero más motivado, motivado a buscar a donde ir, a buscar el camino que responda… ¿A dónde voy?

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